INDUSTRIALIZACIÓN Y ENCIERRO DE LA ALTERIDAD
La revolución Industrial es el proceso de transformación económica social y política que se inició en Gran Bretaña en la segunda mitad del siglo XVIII , y que posteriormente se extendió por otros países de Europa.
La Revolución industrial marca un punto de inflexión modificando todos los aspectos de la vida cotidiana. Como consecuencia de este desarrollo surgieron nuevos grupos y clases sociales como el proletariado, que eran trabajadores y campesinos pobres.
Todo esto dio paso a una serie de problemas sociales y laborales y se generaron protestas que demandaban una mejora e las condiciones de trabajo y de vida.
Paralelamente a esto, se crearon espacios terapéuticos donde reclutaban a pobres y mendigos. Estos espacios no era más que una excusa para justificar esta reclusión, en penitenciarias, correccionales o colonias educativas. En realidad existían dos finalidades reales, una era contener los problemas que la pobreza y la mendicidad podían provocar y la otra era que a estas personas las ponían a trabajar de una manera casi esclava, sin condiciones dignas ni salario. Con esto conseguían una mano de obra muy barata y le daban utilidad a estas personas. Todo esto ayudaba al resurgir de la economía.
En otro tipo de centros como manicomios o asilos se encargaban de tener encerrados a los individuos incapaces de trabajar y que para ellos no tenían utilidad social.
En paralelo a todo esto surgieron nuevas formas de pensamiento, que dará lugar a un discurso científico entorno a los lugares de reclusión, surge la perspectiva clínica. También se comienza a poner en práctica una nueva técnica de estudio, la psiquiatría que se encargaba de estudiar lo considerado peligroso, desviado o inadaptado.
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