LA CARIDAD CRISTIANA

  

  La estructura social y económica de la época medieval sitúa a gran parte de la población en una situación e precariedad que les hacía traspasar con gran facilidad el umbral de la pobreza.

   Si pensamos en dentro del contexto de España y de la Europa occidental de aquella época, es imprescindible hablar de la importancia del papel  dominante que juega la religión y en concreto el cristianismo. La religión cristiana pasó de ser perseguida y de minorías, a alcanzar gran poder y tener la hegemonía. Además de eso, pasó también por una evolución de clases, ya que llegó de las clases sociales mas marginales y pobres a las aristócratas. De esta manera se va rompiendo en una pequeña parte, con el concepto de sociedad jerarquizada.

    Con la progresiva expansión del cristianismo en el mundo occidental, llegaron también muchos cambios de mentalidad. Se extiende la idea y el concepto de que todos somos iguales ante a los ojos de Dios y se transforman las maneras de relacionarse con la alteridad. Además la pobreza de Cristo será considerada como un valor espiritual y con ello viene la caridad y la misericordia por los más necesitados. El cristianismo se presenta como la religión de la ayuda a los pobres y necesitados y la función de la Iglesia pasa a ser la de socorrerles y ayudarles.

    De esta manera  esta ideología de caridad y sus diferentes maneras de ver a las personas se extiende por Europa, y a su vez se van creando cada vez más instituciones que acogen a todas aquellas personas que tienen algún tipo de alteridad, es decir, pobres, huérfanos, enfermos, dementes, etc. Los monasterios de se convirtieron de esta forma en lugares de acogimiento a peregrinos y de ayuda a necesitados.

   Todas estas instituciones son dirigidas siempre bajo la supervisión de la Iglesia que cada vez tenía más poder. Años mas tarde esta asistencia poco a poco comienza a salir de la hegemonía eclesiástica y comienzan a aparecer iniciativas y lugares de hospedaje y de caridad pero de forma laica. Cabe destacar el papel de grandes benefactores, de las Administraciones o los gremios, que ofrecían ayuda a las personas más necesitadas.

 

    Como podemos ver en esta foto, han existido a lo largo de la historia numerosos seguidores y fieles religiosos, que se han distinguido por su ayuda y dedicación al prójimo. En la actualidad existen todavía un gran número de asociaciones y empresas del tercer sector que fueron creadas por sacerdotes o gente vinculada a la Iglesia. Una de las grandes representantes y más conocidas en nuestros tiempos por su labor es María Teresa de Calcuta (1910-1997), que fue una monja católica que fundó la cogregación de Misioneras de la Caridad en Calcuta y que llevó su labor por todo el mundo.